Organizadas por la Fundación Anastasio de Gracia con la colaboración de la Dirección General para la Vivienda y la Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo y FEMCA-UGT, dentro del contexto del Año Internacional de la Vivienda para personas sin Hogar. Se celebraron entre el 29 y 30 de septiembre. En la sesión inaugural, de izquierda a derecha: Saturnino Gil, director de la Fundación Anastasio de Gracia, Luis Larroque, primer teniente alcalde del Ayuntamiento de Madrid, (en representación de Juan Barranco), Joaquín Leguina, presidente de la Comunidad de Madrid,Manuel Garnacho, presidente de la Fundación, Nicolás Redondo, secretario general de UGT, y Máximo Cajal, secretario general del Ministerio de Asuntos Exteriores (representó al ministro que se encontraba de viaje).

Organizadas por la Fundación Anastasio de Gracia con la colaboración de la Dirección General para la Vivienda y la Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo y FEMCA-UGT, dentro del contexto del Año Internacional de la Vivienda para personas sin Hogar. Se celebraron entre el 29 y 30 de septiembre. En la sesión inaugural, de izquierda a derecha: Saturnino Gil, director de la Fundación Anastasio de Gracia, Luis Larroque, primer teniente alcalde del Ayuntamiento de Madrid, (en representación de Juan Barranco), Joaquín Leguina, presidente de la Comunidad de Madrid,Manuel Garnacho, presidente de la Fundación, Nicolás Redondo, secretario general de UGT, y Máximo Cajal, secretario general del Ministerio de Asuntos Exteriores (representó al ministro que se encontraba de viaje).

«Sin empleo, no hay futuro», fue el lema de la Confederación Europea de Sindicatos —CES— que congregó a millones de trabajadores que veían que el paro se había constituido como un problema grave de la Europa en construcción. La jornada de movilización fue un éxito para el mundo sindical, tuvo una gran repercusión en toda España.Además de gran éxito en Italia, Reino Unido, Holanda, Bélgica y Alemania.

Sin empleo, no hay futuro», fue el lema de la Confederación Europea de Sindicatos —CES— que congregó a millones de trabajadores que veían que el paro se había constituido como un problema grave de la Europa en construcción. La jornada de movilización fue un éxito para el mundo sindical, tuvo una gran repercusión en toda España.Además de gran éxito en Italia, Reino Unido, Holanda, Bélgica y Alemania.

Sin empleo, no hay futuro», fue el lema de la Confederación Europea de Sindicatos —CES— que congregó a millones de trabajadores que veían que el paro se había constituido como un problema grave de la Europa en construcción. La jornada de movilización fue un éxito para el mundo sindical, tuvo una gran repercusión en toda España.Además de gran éxito en Italia, Reino Unido, Holanda, Bélgica y Alemania.

Sin empleo, no hay futuro», fue el lema de la Confederación Europea de Sindicatos —CES— que congregó a millones de trabajadores que veían que el paro se había constituido como un problema grave de la Europa en construcción. La jornada de movilización fue un éxito para el mundo sindical, tuvo una gran repercusión en toda España.Además de gran éxito en Italia, Reino Unido, Holanda, Bélgica y Alemania.

Sin empleo, no hay futuro», fue el lema de la Confederación Europea de Sindicatos —CES— que congregó a millones de trabajadores que veían que el paro se había constituido como un problema grave de la Europa en construcción. La jornada de movilización fue un éxito para el mundo sindical, tuvo una gran repercusión en toda España.Además de gran éxito en Italia, Reino Unido, Holanda, Bélgica y Alemania.

«Sin empleo, no hay futuro», fue el lema de la Confederación Europea de Sindicatos —CES— que congregó a millones de trabajadores que veían que el paro se había constituido como un problema grave de la Europa en construcción. La jornada de movilización fue un éxito para el mundo sindical, tuvo una gran repercusión en toda España.Además de gran éxito en Italia, Reino Unido, Holanda, Bélgica y Alemania.

Sin empleo, no hay futuro», fue el lema de la Confederación Europea de Sindicatos —CES— que congregó a millones de trabajadores que veían que el paro se había constituido como un problema grave de la Europa en construcción. La jornada de movilización fue un éxito para el mundo sindical, tuvo una gran repercusión en toda España.Además de gran éxito en Italia, Reino Unido, Holanda, Bélgica y Alemania.

Sin empleo, no hay futuro», fue el lema de la Confederación Europea de Sindicatos —CES— que congregó a millones de trabajadores que veían que el paro se había constituido como un problema grave de la Europa en construcción. La jornada de movilización fue un éxito para el mundo sindical, tuvo una gran repercusión en toda España.Además de gran éxito en Italia, Reino Unido, Holanda, Bélgica y Alemania.

Sin empleo, no hay futuro», fue el lema de la Confederación Europea de Sindicatos —CES— que congregó a millones de trabajadores que veían que el paro se había constituido como un problema grave de la Europa en construcción. La jornada de movilización fue un éxito para el mundo sindical, tuvo una gran repercusión en toda España.Además de gran éxito en Italia, Reino Unido, Holanda, Bélgica y Alemania.

Sin empleo, no hay futuro», fue el lema de la Confederación Europea de Sindicatos —CES— que congregó a millones de trabajadores que veían que el paro se había constituido como un problema grave de la Europa en construcción. La jornada de movilización fue un éxito para el mundo sindical, tuvo una gran repercusión en toda España.Además de gran éxito en Italia, Reino Unido, Holanda, Bélgica y Alemania.

Manifestación del 1º de Mayo en Madrid. Mitín de Nicolás Redondo Urbieta, secretario general de la Unión General de Trabajadores. A su derecha, Ignacio Fernández Toxo, secretario general de la Federación del Metal de Comisiones Obreras y a su izquierda, Antonio Gutiérrez Vegara, secretario general de Comisiones Obreras

Manifestación del 1º de Mayo en Madrid. En la cabecera:Antonio Gutiérrez Vegara, secretario general de CCOO y a su izquierda, Nicolás Redondo Urbieta, secretario general de UGT

Manifestación del 1º de Mayo en Madrid. Mitín de Nicolás Redondo Urbieta, secretario general de la Unión General de Trabajadores. A su derecha, Ignacio Fernández Toxo, secretario general de la Federación del Metal de Comisiones Obreras y a su izquierda, Antonio Gutiérrez Vegara, secretario general de Comisiones Obreras

Manifestación del 1º de Mayo en Madrid. Mitín de Nicolás Redondo Urbieta, secretario general de la Unión General de Trabajadores. A su derecha, Ignacio Fernández Toxo, secretario general de la Federación del Metal de Comisiones Obreras y a su izquierda, Antonio Gutiérrez Vegara, secretario general de Comisiones Obreras

Manifestación del 1º de Mayo en Madrid. Mitín de Nicolás Redondo Urbieta, secretario general de la Unión General de Trabajadores. Detrás, Antonio Gutiérrez Vegara, secretario general de Comisiones Obreras

Manifestación del 1º de Mayo en Madrid. En la cabecera:Antonio Gutiérrez Vegara, secretario general de CCOO y a su izquierda, Nicolás Redondo Urbieta, secretario general de UGT

Unas diez mil personas celebraron en toda España el 1º de Mayo. Las calles de las principales ciudades se llenaron de pancartas y consignas reinvindicativas. Exigían relanzar la economía y la creación de empleo, desarrollar un diálogo social posible y fructífero, combatir la exclusión social y el racismo y avanzar en la construcción europea.

Unas diez mil personas celebraron en toda España el 1º de Mayo. Las calles de las principales ciudades se llenaron de pancartas y consignas reinvindicativas. Exigían relanzar la economía y la creación de empleo, desarrollar un diálogo social posible y fructífero, combatir la exclusión social y el racismo y avanzar en la construcción europea.

Unas diez mil personas celebraron en toda España el 1º de Mayo. Las calles de las principales ciudades se llenaron de pancartas y consignas reinvindicativas. Exigían relanzar la economía y la creación de empleo, desarrollar un diálogo social posible y fructífero, combatir la exclusión social y el racismo y avanzar en la construcción europea.